martes, 27 de septiembre de 2016

LOS JUEGOS DE MI NIÑEZ

   Para la época en que transcurrió mi niñez, fines de los 60 y principio de la década del 70, muchos de los juegos de los chicos tenían que ver con la imaginación, con la fantasía. La niñez más pura. No había demasiado estimulo externo, no todos los hogares tenían tele o al menos no el mío; pocos juguetes, nada de peloteros ni jardincitos. Así que la hora del juego transcurría al aire libre sirviendo tortas de barro y ensaladas de pasto. Mi cocina era un esqueleto de botellas de vino y el auto era mi cama, separando los asientos con la almohada. Cabe aclarar que cama durante el día era un sofá o el trono de la Reina Mab, del conocido cuento de hadas inglés, porque si algo sobraba en casa eran libros de cuentos y, sin excepción todos se leían. Cada año mis tías mandaban una encomienda con regalos: una muñeca para cada una, un libro para las dos, alguna ropita y tesoros de incalculable valor para niñas de mentes voladoras, a saber: camisones de gasa, bolsas llenas de botones antiguos, deshabillés con puntillas, sombreros y hasta discos de pasta. Extrañamente con lo único que no se nos permitió jugar por mucho tiempo fue con las muñecas, solo contemplarlas. Tal vez por esa razón conservaron su pelo por muchos años. Como a toda nena, me gustaban los maquillajes por lo tanto me pintaba la boca con mermelada de ciruelas y mi uñas postizas eran los pétalos de malvón rojo pegadas con saliva. Y el juego de ser grande se completó cuando me regalaron un bebote, toda una novedad para esa época. No era un bebe cualquiera, no! Era un precioso muñeco antiguo…de yeso. Mi escaso instinto maternal se manifestó el día que olvide a mi hijo en el patio. Pasó una fría y lluviosa noche a la intemperie. Cuando fui a recogerlo en la mañana descubrí el amargo efecto del agua sobre el yeso, todavía lo lamento. La niñez de mi época no fue aburrida, había mucho para inventar, para imaginar y para compartir, fue la época de las calles seguras y de las madres amas de casa, sin tele, sin compu, sin teléfono pero… cuanta magia!



jueves, 22 de septiembre de 2016

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Profesora y silencio - Claudio Martinez


 “La clase de los mudos” la llamaba y, aunque quizás la forma puede resultar algo exagerada, sin lugar a dudas un observador cualquiera hubiera coincidido con la profesora L. . Años de lectura y trabajos teóricos parecían haberla preparado para lo que ella concebía en ese momento como una “clase exitosa”. Sus claves: Rigor conceptual, organización y sobre todo escucha. Eso era, la escucha, lo que debería llevarla a dar la mejor clase del mundo, pensaba. Grande fue su desilusión el día que decidió llevar todos sus conocimientos y especulaciones realmente a la práctica del aula
  “Y bien, ¿Cómo evaluarían la clase de hoy? ¿Cuántos elementos nuevos creen que incorporaron? ¿Qué hubiesen cambiado de esta clase? ¿Se van cambiados?  La cursada, en otros aspectos, marchaba sobre ruedas. Ninguno de los alumnos realizaba ningún tipo de observación pero entregaban sus trabajos y sus evaluaciones en tiempo y forma que dicho sea de paso, eran excelentes producciones y demostraban el nivel que iban adquiriendo a lo largo de su recorrido. Una vez finalizada la clase preferían salir del aula “sin más”.
   Así pasaron las semanas y el cuatrimestre continuaba avanzando estrepitosamente. Las clases resultaban cada vez más claras y provechosas para los alumnos y ella, particularmente, lo veía reflejado en las producciones rebosantes de ideas, conceptos, hipótesis y relaciones cada vez más originales: Justo como deseaba. Sin embargo al momento de las preguntas; nada. Ni una respuesta. “El sistema funciona perfectamente”, pensaba. “¿Por qué este último elemento no? ¿Por qué si son capaces de mezclar tanta variedad de autores, desde la historia social de la educación, el cognitivismo y el materialismo filosófico no pueden responder si la clase les gustó o no?”.
  Pero un día,se rompió el silencio en pedazos. “Creo que este autor es excesivamente simplista” Le respondió Facundo. “¿Simplista? ¡El simplista sos vos que parece que leíste el texto cinco minutos antes de entrar a la clase! ¡No es simplista el autor, el que no es profundo sos vos!” contestó con un impulso de soberbia que la horrorizó. Años de formación preparándola para una respuesta, para escuchar y ante la primera pregunta ella contestaba con semejante agresividad.  Facundo, aunque algo cohibido por la reacción de su profesora contestó “Llevo leyendo este texto desde principio de curso. Compré el programa el día en que lo dejó en fotocopiadora y fui consiguiendo los textos. Me parece que el autor es simplista porque considera que el problema de las aulas puede reducirse simplemente al espacio físico. ¿Pero de qué vale el espacio si, por ejemplo, una clase de informática se diera en un salón gigante y sin computadoras?... Por otro lado Profe, una respuesta suya así, es lo que esperábamos todos. Siempre nos dice que el método es incuestionable. Si quería saber por qué nunca nadie contestó a sus preguntas, usted misma se puede responder.”
  La profesora L. quedó en silencio y despidió a sus alumnos. Por fin había comprendido lo valioso e imponderable, esa comunión casi mística entre los sujetos: el acto de escuchar.





martes, 20 de septiembre de 2016

Mi primer relato: "Etapas de mi alfabetización"

Y aún hoy no saben explicarme cómo fue que llegue a Jardín de 5 leyendo y escribiendo sola. Las hipótesis aparecen y, la que más se acentúa es mi curiosidad, las ganas de...puede ser también que como mi hermana ya estaba escolarizada, copiaba lo que ella hacía.
En fin, todavía no me olvido del cuento "Pacho el oso" que lo leí tantas veces que lo había memorizado y lo narraba sin leer, era un libro de esos que acompañan las palabras con imágenes, supongo que ayudó mucho ese detalle.
Es cierto también que a la curiosidad se la acompaña, y siempre voy a agradecer la biblioteca que mamá se encargó de llenar, los relatos que me contaba mi abuela, las canciones que inventaba mi abuelo, las personas que me regalaban libros, y cada concurso literario que hubo y que participaba con tantas ganas.
Creo que cada docente fue capaz de darse cuenta qué era lo que me motivaba y ayudaba en esa idea de crecer escribiendo o leyendo. Y aparecían ya a los 7 años cuentos fantásticos (aunque muy mala era para acompañar con un dibujo), luego empecé a meterme en el mundo de las poesías, de las cartas, de los poemas, y de las historias que me atrapaban todos los días un poco más.
A los 11 sentí un "click" en mis gustos literarios. Estaba creciendo, lo infantil iba quedando de lado y me encantaban las noticias, el misterio, los cuentos policiales. Fue ahí donde una maestra me prestó para leer "Sapo en Buenos Aires" de Gustavo Roldán, quedé fascinada, me costaba devolverlo, quería ese libro para mí.
Séptimo grado pertenecía a la Educación ruralizada, completábamos cuadernillos para las distintas materias, y entre una actividad de éstos; precisamente el cuadernillo de Lengua, apareció formar una Antología. Comencé contanto una autobiografía, acompañada con fotos, y le sumé todo lo que hasta ese momento había escrito. En ese momento aparecían las ganas de escribir reflexiones.
Las cosas de la vida, me llevaron a empezar a escribir letras de canciones; la música es mi motor, a algunas las escribía ya con la melodía en la cabeza, otras aún no decido cómo cantarlas.
Por 6 años me desconecté de mí, creo que no escribí ni siquiera "notitas" en la heladera. Pero me volví a encontrar, y volvieron las letras de las canciones, las cartas a mí misma, y el deseo de escribir un libro. Un libro autobiográfico para terminar de soltar todo lo que pasé, que dé pie para poder iniciarme y escribir muchos más; creo que me va a ser más fácil escribir de mí misma antes de empezar a inventar historias de alguien más. Pero nunca pensé que me iba a llevar tanto tiempo, hace un año que empecé y aún solo tengo parte de la introducción, el título, la imagen de la tapa en mi cabeza, y la idea de la historia que quiero contar.
           Escribir un libro claramente es tener otro hijo, sólo que la gestación dura más que 9 meses.
Mi relato en prezi

El sujeto dentro de la institución educativa

El sujeto  dentro  de la institución educativa
·El lenguaje corporal en las instituciones


Uno de mis recuerdos más  potentes, en el caso de las escuelas, es la manera en que los sujetos principales, es decir los alumnos,  vestían,  su característicos uniformes, la manera  de comportarse  corporalmente,  es decir cuando  un sujeto se comporta  corporalmente estando en un lugar determinado, lo hace a consciente  que  es lo que puede  o no hacer y los limites que el establecimiento pone, para   mantener una cierta cordialidad y poder  llevar  a cabo las tareas diarias obligatorias.
En el caso  de las  escuelas  medias o de otro tipo públicas, el reglamento es  algo  que se acata en distintas medidas. Está a simple vista, que  los  alumnos, visten con ropas de su mayor interés, más comodidad y generalmente  tiene mucha importancia la clase social a la que  responden todo esto cubierto por un guardapolvo, generalmente blanco, pero lo que  destaco  es el permisivo,  explicito muchas  veces, convenio  informal, para   que  los alumnos  asistan a la escuela, con  ropas  cómodas  para  ellos, donde  se deja  ver la personalidad, y al grupo que pertenece  cada  alumno, grupo  de  elección, donde   podemos  observar  la  personalidad  de cual sujeto, su impronta y sus  gustos particulares.


En mi opinión  el  sujeto normal; por  normal  entiendo  a ese sujeto que  va  viviendo sus  etapas en libertad, dándole  enorme  interés a su  grupo de pertenencia, aprendiendo  las distintas reglas sociales en tiempo y forma, sin perder  esa característica que lo hace único, tratando siempre  hacer  prevalecer  sus idas, vistiendo de la forma que más se adapte a su personalidad.  

Por normal entiendo al sujeto en pleno desarrollo  constante, y progresivo que va transitando  a diario desde  su hogar, (cualquiera sea su  forma o característica) y hacia  el establecimiento que generalmente no elije transitar para su educación.

Pero volviendo a las  instituciones, los  sujetos  que  en ella conviven, forzados  a llevar una convivencia lo más  pacifica posible y de interacción permanente tanto con las  autoridades, como con sus  compañeros, el lenguaje corporal es tan trascendental como el de las herramientas mínimas para poder acceder  a un grado superior, que lo lleve a cumplir  con la exigencia  administrativa, que  las instituciones promueven para expedir un certificado de validación de saberes.
En los ámbitos privados, estarán sujetos a normas  más estrictas en la manera de comportarse, vestirse, recorrer los  diferentes espacios, cumplir  con los requisitos no solo formales en la  cátedra y en las  actividades. También en el comportamiento hacia  el personal, de la institución y con sus compañeros. Estarán de alguna manera y progresivamente  suprimiendo las identidades de grupos y creencias en favor de un bien común.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Ellas Hacen, Ellas Estudian

El día 19 de agosto, 200 mujeres recibieron su diploma por haber terminado sus estudios secundarios. Después de tres años de cursada, pudieron concluir sus estudios en el marco del Plan FinEs.
Siempre son emocionantes las entregas de diplomas, principalmente para quienes hemos conocido en primera persona el esfuerzo realizado por los estudiantes para poder terminar el secundario. Y también el compromiso de nosotros, los profesores que con tanta dedicación planificamos espacios de aprendizaje mutuo.
Tuve la posibilidad de conocer a un grupo de mujeres del Ellas Hacen en el 2015, para dictar la asignatura “Metodología de la Investigación”, correspondiente al segundo cuatrimestre de segundo año.
Por convicción y por decisión político-pedagógica, intento siempre que el proceso de enseñanza – aprendizaje esté centrado en la participación activa de los estudiantes. Y así fue. Las actividades realizadas, fueron diversas.
Estuvimos juntas varios meses.
Compartimos clases con frío, con calor, cansadas, con sueño, con mates y bizcochitos y en algunos casos, rodeadas de niños, ya que algunas de ellas no tenían dónde dejar a sus hijos para asistir al FinEs. Hubo muchos momentos de debate y reflexión, con encuentros y desencuentros. Emociones, historias de vida, risas, llantos, enojos, muchas preguntas y algunas respuestas.
Véndolas recibir su diploma de egresadas, pensaba en cuánto aprendí yo de ellas o mejor dicho, cuánto aprendimos juntas de esta experiencia. Pensaba en el esfuerzo que han realizado para poder finalizar los estudios… La mayoría de ellas son madres de varios hijos y jefas de hogar. Es decir, no solo llevan adelante la crianza de sus hijos, sino que son el sostenimiento económico y material del hogar.
El pedagogo Paulo Freire dijo alguna vez que el estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”. Cuánta razón tenía. ¿No?.
En fin, fue una experiencia única que me marcó para siempre.

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Les dejo un enlace a la página web del Ministerio de Desarrollo Social, donde hay un pequeño video realizado el día de la entrega de diplomas, donde entrevistan a Alejandra Garay, una de las beneficiarias del Programa que pudo terminar sus estudios a los 52 años.

https://www.desarrollosocial.gob.ar/protagonistas/alejandra-garay-terminar-la-secundaria-los-52-anos/

Y por último, mi relato en Prezi:





** Por Melina Fernández **

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Una experiencia educativa en la que usé Blogger


En mi entrada de prueba quería compartir con ustedes otra experiencia educativa de la que fui parte como tallerista, en la cual utilizamos un Blog.


El blog "Apelamos y nos fuimos" es el producto de los talleres de la Escuela Abierta de Verano 2015, realizados en la Unidad Penitenciaria N° 1 de Lisandro Olmos. 

El programa Escuela Abierta de Verano (EAV) es un programa de la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, a partir del cual se posibilita la apertura de las instituciones educativas en el período de receso escolar de verano, ofreciendo talleres recreativos, lúdicos, expresivos, artísticos, entre otros.

Junto con Tristán, otro tallerista del Programa, asistimos durante 5 semanas a la Unidad N° 1 de Olmos para realizar un taller literario y un taller de comunicación. Trabajamos bastante durante esas semanas, y en el marco de dichos talleres surgió la idea de realizar una revista y unos micros radiales que entre todos identificamos bajo el nombre "Apelamos y nos fuimos".

Y como se trataba de talleres realizados en una Unidad Penitenciaria, se nos ocurrió que podríamos realizar un Blog donde se encuentren alojadas todas las producciones y algunas fotos de los talleres, para que puedan verlas ellos cuando salgan en libertad, y sus familiares desde cualquier computadora con internet.

Les dejo el link del blog para que puedan ver no solo los contenidos del taller, sino la utilidad de un Blog. En el blog encontrarán historias, relatos, poemas, una breve síntesis de lo que trabajamos en los talleres durante esas cinco semanas.

Saludos y espero que les guste.

www.apelamos.blogspot.com 


** Melina Fernández **